También hay buenos vinos (mejor dicho que me gustan) por debajo de 5€.
Cataluña, comarca del Penedés; vino tradicional de Garnacha y Mazuelo, crianza de un año en barricas de roble, 12 ó 13º, temperatura óptima de servicio 18ºC, apropiado con asados, estofados, caza, legumbres y platos de carne en general.
Nota de cata:
De bella capa rubí, exhibe ricos aromas mediterráneos, con exuberantes matices de especias y moras silvestres. Pletórico, aterciopelado, con taninos de suave textura y elegantes notas de regaliz y pimienta negra.
Navarra, Cintruénigo. Procede en su totalidad de la uva garnacha tinta, tiene 13º y se elabora según el método tradicional de “sangrado” de uvas tintas; tras mantener un breve contacto con los hollejos, el mosto se separa por gravedad sin mediar ningún sistema mecánico de escurrido. Es un vino de “lágrima”, la temperatura óptima de servicio entre 8 y 10ºC, para acompañar arroces, pastas, legumbres, pescados y carnes blancas.
Nota de cata:
Color rosa fresa, de capa media, con ligeros tonos violáceos. Aroma muy intenso, limpio en nariz y fragante. Aromas frutales con nítidos matices florales. Muy equilibrado en boca, bien dotado de sabores, con un conseguido equilibrio acidez - cuerpo. Fresco, suave y largo. Potente y elegante vía retronasal. Fruta limpia y neta, con algún recuerdo floral. Ligera aguja.
Cataluña, Costers del Segre; vino blanco sin crianza. Uvas Xarel·lo, Chardonnay y Sauvignon Blanco, 12,5 º, la temperatura óptima de servicio entre 8 y 10ºC, para acompañar carnes blancas, arroces, pasta, pescados azules y blancos.
Nota de cata:
Amarillo pálido con reflejos verdes. Brillante y transparente, aroma intenso a frutas tropicales, pomelo y cítricos, así como también toques dulces a vainilla y fruta madura. En boca entrada agradable, produce una sensación de frescor gracias a su acidez y el postgusto es persistente con notas dulces que nos vuelven a hacer pensar en la fruta madura y una agradable textura. Con un final persistente, intenso y agradable.