Rant N' Rave With The Stray Cats

Tal vez este disco sea uno de los principales impulsores de la venta de guitarras Gretsch de color naranja en la historia del rock and roll; La discografía de los Stray Cats no es muy extensa, y si quitásemos los discos grabados por compromiso quizá nos quedaría un total de 4 álbums, lo que no impide que la banda formada por Brian Setzer a la guitarra, Lee Rocker al contrabajo y Slim Jim Phantom sea una de las mas reverenciadas en su estilo, e incluso fuera del mismo, pues siempre han sido considerados como transgresores.

Pese a ser una banda americana su carrera discográfica arrancó en el Reino Unido, donde existía un movimiento revival del Rock and roll muy fuerte en los años 70.
Después del éxito del primer disco, el segundo no tuvo trascendencia alguna, pese a tener un interesante acercamiento al Rhythm and blues; se publicó un disco refrito de los dos primeros para presentarles en sociedad en su propio país y después, en 1983 llegó el disco que nos ocupa, el de la consagración y la cima de la carrera del grupo.

A la producción, una vez mas Dave Edmunds, frente a una colección de canciones propias, todas compuestas por Setzer excepto el último corte del disco -obra de todo el grupo-. El resultado es un disco fresco, que resiste el paso del tiempo en cada una de sus 10 canciones.

Tras el sonido de un motor, arranca “Rebels Rule”, un tema pegadizo, suena la típica melodía que vemos cantar a los marines americanos en las películas bélicas cuando están de maniobras, aderezado con un ritmo estilo Bo Diddley. Muchos tenemos o tuvimos la versión censurada del disco, una censura ridícula que hace que en esta canción, cuando Brian canta la palabra “Ass” (Culo), suene un pitido agudo; Hasta hace poco, creía que era parte de la canción, ni se me pasaba por la cabeza una estupidez así.

A continuación una de las canciones mas deliciosas del grupo, el clásico “Too Hip Gotta Go”, que muchos aprendimos gracias a aquel vídeo de la serie “Hot Licks” en la que el propio Brian nos la enseñaba nota por nota; sonaba mas fácil de lo que era.

En este disco, además del trío participan otros instrumentistas, para dar un sonido mas abierto, como podemos escuchar en el tema “Look at that Cadillac”, todo un homenaje al Rhythm and blues añejo, incluso en el vídeo oficial, los gatos vestían con aquellos trajes anchos (Zoot suits) que vestían las estrellas negras del R&B de postguerra. Geraint Watkins acompaña al piano y el protagonismo de la canción lo toma el saxo de Mel Collins.

"Something's Wrong With My Radio" es una de esas canciones enérgicas que sirven para definir el estilo, una de las escasas ocasiones en las que Setzer toca la rítmica por quintas a lo Chuck Berry.

La primera cara del disco acaba con un guiño al country, el tema “18 miles to Memphis” una canción en la que suena una excelente guitarra steel, recuperada en los últimos y recientes directos del grupo.

Como principio de la cara B, la canción que les supuso el reconocimiento internacional “Sexy and 17” rock and roll adolescente y gamberrete que llegó al número 5 en las listas Billboard, Brian sigue marcando algunos de sus riffs característicos, que se convertirán en emblemáticos para el resto de su carrera.

Hay dos canciones en esta cara que siempre me ha sorprendido que hayan sido excluidas de su repertorio en directo, “Dig Dirty Doggie” y “Hot Rod Gang”; en ambas el contrabajo tiene un sonido delicioso, con el típico slap percusivo característico del rockabilly, un genero que bordan en ambos temas. Contribuye al sonido redondo el hecho de que Brian toque con los dedos, lo hace usando una técnica híbrida, pues suele tocar con púa pero en los pasajes que quiere hacer “fingerpicking” la oculta en el dedo indice de la mano derecha, que permanece cerrado resguardándola. La introducción de “Hot Rod Gang” es todo un homenaje al sonido de Cliff Gallup en los Blue Caps de Gene Vincent.

Entre ambas canciones una balada muy querida por todos los seguidores, “I won´t stay in your way”, acompaña a la banda en los coros un grupo llamado 14 Karat Soul, que da una atmósfera increíble, al mas puro estilo de los grupos de Doo Wop de los años 50. El sólo de guitarra de este tema es de libro, acordes y triadas que resaltan la melodía, las séptimas y la tensión de los acordes menores. Lejos de tener la típica progresión armónica del Doo Wop (I- Vi-IV-V) suena mas en consonancia a las baladas bluesy de los combos de Jump Blues de los años 40. ¡Un acierto!

Cierra el disco un trallazo olvidado, otra reflexión adolescente “How long you wanna live anyway”, compuesta por los 3 gatos descarriados y con un sonido que evoca al añorado Eddie Cochran, una manera perfecta de cerrar un gran disco, memorable desde su portada hasta su última canción.